La limpieza bucal es muy importante, especialmente si tienes algún tipo de prótesis. Pero la higiene, en este caso, depende del tipo de aparato que tengas. Si es removible, no tendrás problema en quitártelo y descansar de él toda la noche, sin descuidar una limpieza profunda. Para las prótesis fijas tendrás que aplicarte bastante bien, llegando hasta los espacios de tus dientes, así como a la encía.
La limpieza bucodental según el tipo de prótesis
Cada prótesis es distinta. En el caso de las prótesis fijas, deberás hacer uso de métodos tradicionales, como el cepillo de dientes y una buena pasta dentífrica. A esto, seguramente, le deberás sumar un hilo dental adecuado, preferiblemente grueso para esas zonas de unión, que pueden presentar una mayor anchura. Tampoco puede faltar el colutorio, que puede recomendarte tu dentista.
Para las prótesis extraíbles se recomienda que ejerzas una limpieza a fondo y que descanses de ella durante toda la noche. Seguramente notes una mayor facilidad con respecto a las fijas a la hora de conseguir una higiene perfecta.
Cómo limpiar la prótesis dental removible
Ya tengas dentadura postiza u otro tipo de prótesis removible, es importante que la retires cuidadosamente de tu boca y la dejes en un vaso con agua y jabón. También puedes recurrir a pastillas limpiadoras, aunque lo mejor es que sigas las instrucciones del especialista.
Lo anterior debes realizarlo cada noche, sin excepción. Entre las recomendaciones, se desaconseja utilizar productos que tengan lejía o hacer que las prótesis hiervan en agua.
Antes de cubrirlas en agua, deberás eliminar completamente el sarro que se suele formar durante su uso. Para ello, puedes disponer de un cepillo especial. Tampoco puedes olvidar retirar completamente los restos de pegamentos o fijaciones que te ayudan a llevarla puesta.
Como consejo, debes evitar llevar una prótesis removible durante todo un día. Asimismo, es posible que después de un año debas llevarla a un profesional para que la revise y efectúe una limpieza profunda.
La limpieza de una prótesis fija sobre piezas dentales
En el caso de las prótesis fijas sobre tus piezas dentales, vas a usar tu cepillo tradicional. Para lograr retirar el sarro de forma completa, te recomendamos un cepillo de dureza media.
Sigue la dirección desde la encía hasta la pieza dental, para lograr un óptimo resultado. Trata con especial atención la unión con la encía, con el fin de que no quede suciedad en esta área de la prótesis.
Con la ayuda de un cepillo interdental puedes llegar a los espacios más complicados, como los que se forman en los puentes fijos. La seda dental, si es gruesa mejor, te ayudará también a pulir estos recovecos, a veces difíciles de alcanzar con un cepillo común.
No cualquier cepillo interdental te servirá para cualquier área de tu boca. Verás, generalmente, dos clases, uno angular y otro recto, que se usan para las zonas posterior y anterior de la boca, respectivamente. El tamaño de este tipo de cepillo es otra cosa a tener en cuenta. Solo deberás escoger el que mejor se adapte a tus necesidades.
Cómo limpiar la prótesis fija que está sobre un implante
Este tipo de prótesis se caracteriza por ser híbrida. Para que la identifiques mejor, es aquella que está superpuesta sobre una especie de tornillo, situado en el hueso y que ejerce como una pieza dental más.
Al estar implantada de manera especial, no puedes retirarla por tu cuenta, a no ser con ayuda de un especialista. Durante las visitas periódicas a tu dentista, este puede revisar la situación de la prótesis y decidir si es necesario desmontar la pieza para hacer una limpieza más profunda. Esta puede programarse entre uno o dos años. Recuerda que dichas prótesis suelen ser para toda la vida, a menos que aparezca algún problema, como una limpieza irregular por tu parte.
No olvides cepillarte los dientes entre dos y tres veces al día, siguiendo las recomendaciones de los expertos. Sin necesidad de quitar la pieza, puedes recurrir a una limpieza especializada en una consulta cada seis u ocho meses.
La incorrecta higiene puede provocarte una inflamación en la encía a largo plazo, afectando a las zonas contiguas a la prótesis. Lo mejor es la prevención, con el fin de evitar una pérdida del implante. Por ello, las visitas periódicas y la higiene diaria te ayudarán a mantener tu boca y los implantes sanos.
Para estos implantes te pueden ayudar los cepillos interdentales, que te permitirán llegar a esos huecos más susceptibles en la acumulación de restos de comida y el consecuente sarro. Realizando los movimientos correctos conseguirás combatir a las bacterias.
Existe otro método bastante eficaz que, mediante un chorro de agua dirigido, te facilita la higiene del área donde tienes colocada la prótesis fija. Se trata del irrigador dental, que puede llegar a las zonas interdentales, retirando esos restos de comida de difícil acceso.
No te olvides renovar tus cepillos dentales e interdentales
Para lograr que los métodos de limpieza que te hemos mostrado funcionen correctamente, es necesario que renueves de forma periódica tus cepillos. Así, tu cepillo de uso normal deberás sustituirlo por otro nuevo cada 4 meses. Aunque, en el momento en que veas que sus cerdas se doblan, será preciso renovarlo antes si es preciso.
En el caso de los cepillos interdentales, su vida es más corta, aunque esto depende de la marca y la calidad que elijas. Normalmente, necesitarás cambiarlo alrededor de los 5 días. Suelen ser desechables, pero, si los usas entre dos o tres veces por semana, tal vez puedas renovarlo a los 10 días, siempre no superes el límite de 5 usos.
Como bien te recalcamos, la limpieza profesional de tus prótesis es muy necesaria, además de que te permite llevar un mayor control sobre tu higiene dental.
La limpieza bucal es la mejor prevención que puedes tener. Mantener tus prótesis completamente impecables cada día te ayudará a que duren más tiempo y a protegerte de otras enfermedades bucodentales. Presta especial atención a las removibles y a la necesidad de ponerlas en agua durante la noche.