Un ceramista es el protésico dental encargado de la última fase en la creación de una prótesis fija, ya que se encarga de la estética y adaptación de la misma al paciente, mediante la carga de cerámica en la pieza y el maquillaje final.
Los ceramistas, como el resto de protésicos, trabajan en un laboratorio dental o dental lab y reciben dos años de formación profesional.
El ceramista es una persona clave en el proceso de adaptación de una prótesis a un paciente, aunque nunca llegue a estar en contacto.
Proceso de trabajo de un ceramista
El ceramista usa un molde creado a través de una impresión manual o bien por una impresora 3D si es un laboratorio digital para diseñar y ajustar la prótesis perfectamente.
Una vez colocada la cerámica, el ceramista dental limpia y pule la prótesis, confirma que se ajusta a la prescripción y la envía al dentista.
Este es un trabajo muy completo. El ceramista dental debe tener en cuenta las necesidades dentales, asegurándose de que la impresión tiene el tamaño y la forma correctos para la boca del paciente, al tiempo que equilibra las preocupaciones estéticas para que la impresión no destaque. Algunos ceramistas dentales tienen una formación artística y pueden incluso tener un título en bellas artes, además de su título de formación profesional en prótesis dentales.